Calypso limonense: patrimonio inmaterial afrodescendiente de Costa Rica

El calypso limonense es mucho más que un género musical: es la voz, el ritmo y la memoria viva de la provincia de Limón y su herencia afrodescendiente. Esta tradición fue declarada como “destacada expresión del patrimonio inmaterial afrodescendiente de Costa Rica” mediante el Decreto Ejecutivo N.° 37418-C, publicado en La Gaceta N.° 240 el 12 de diciembre de 2012. Su historia, marcada por resiliencia y creatividad, refleja la identidad multicultural del Caribe costarricense.
Raíces caribeñas del calypso
El calypso es una expresión musical originaria de la isla de Trinidad y Tobago, desde donde se difundió por todo el Caribe Americano. Con el paso del tiempo, se nutrió de los ritmos de la diáspora africana en América y adoptó influencias como el son cubano, el reggae y el ska jamaicano, particularmente en la década de 1980, así como la salsa puertorriqueña.
En Costa Rica, el calypso llegó alrededor de 1870, cuando inmigrantes afrocaribeños provenientes de Jamaica, Barbados y Saint Kitts arribaron al Caribe costarricense para trabajar principalmente en los ferrocarriles y las plantaciones bananeras. Desde entonces, la música calypso echó raíces en Limón y se convirtió en parte esencial de sus celebraciones y de la vida cotidiana.



El arte de contar historias
Pese a que el calypso no es originario de Limón, es la música que lo hace característico en los carnavales celebrados todos los años en las calles limonenses. El calipsonian utiliza palabras inimaginables a la hora de componer o cantar calypso para que la canción rime en todas sus estrofas. Según Manuel Monestel del grupo de calypso Canto Americano, “el calypso de Limón no es el mismo calypso que se toca y compone en Jamaica o Trinidad, el de Costa Rica ha evolucionado con el pasar de los años.
Monestel, 1993
El calypso se distingue por su ingenio para tratar temas sociales con humor, sátira y picardía, ofreciendo un enfoque positivo incluso frente a las dificultades. Este estilo narrativo proviene de los “chantuelles”, trovadores afrocaribeños que improvisaban canciones sobre los acontecimientos relevantes de sus comunidades.
Un ejemplo emblemático es el calypso compuesto por Walter Ferguson sobre la monilia, un hongo que devastó el cultivo de cacao, fuente de sustento para muchas familias limonenses tras la retirada de la compañía bananera. A través de su música, Ferguson logró dar un giro humorístico a una crisis económica que marcó a toda la región.
El calypso limonense: identidad y evolución
Aunque el calypso no nació en Limón, es hoy el género que define sus carnavales y festividades. A lo largo de las décadas, el calypso limonense ha evolucionado, integrando nuevos ritmos e instrumentos. Durante los años setenta y ochenta, incorporó influencias de la cumbia, popularizada por agrupaciones como Cumbia Macancera, Los Biggios Caracas, El Gran Combo y The Final Stars, lo que le dio un sello propio y distintivo.
La instrumentación típica incluye guitarra con tres acordes mayores, gaita, tambores, clarinetes, bombos, armónica y pandoras, logrando un sonido vibrante y festivo.
Un elemento tradicional, hoy en desuso, eran los enfrentamientos liricales entre calipsonians, donde dos cantautores competían en ingenio y rimas, acompañados por un guitarrista. Estas justas poéticas eran un despliegue de talento y creatividad, sin ofensas ni violencia.
Figuras legendarias del calypso limonense
Dos nombres destacan por su aporte invaluable a esta tradición: Roberto “Buda” Kirlew y Mr. Walter Ferguson, conocido mundialmente como el “Rey del Calypso”.
Roberto “Buda” Kirlew (1952-1994)
Nacido en el barrio Cristóbal Colón, Limón, Buda enfrentó enormes desafíos desde niño. Sufrió poliomielitis y perdió ambas piernas, pero durante su internamiento en el Hospital San Juan de Dios aprendió a tocar la armónica. Más tarde, con apenas tres acordes mayores, dominó la guitarra y formó la banda Buda y su Charanga, que ganó premios nacionales con interpretaciones como Black Man Food de Ferguson. Su legado es recordado por el humor y la alegría de sus composiciones, pese a las adversidades.


Mr. Walter Ferguson (1919-2023)
Nacido en Cahuita, la comunidad reconoce a Ferguson como el Rey del Calypso y una figura fundamental en la historia cultural de Limón. Autodidacta desde los siete años en guitarra, armónica y dulzaina, compuso su primer calypso a los 20 años, titulado A Sailing Boat. A lo largo de su vida creó más de 100 calypsos, muchos de ellos nunca grabados ni escritos, preservados solo en la memoria colectiva de su comunidad.
Entre sus canciones más icónicas destacan Cabin in the Water, inspirada en la creación del Parque Nacional Cahuita, Tacuma and Anancy, basada en cuentos tradicionales afrocaribeños, y Black Man Food, una oda a la gastronomía afrolimonense. Músicos como Manuel Monestel, del grupo Canto Americano, recopilaron y difundieron su obra, que inspiró documentales y libros que la UNED publicó en 2002 y 2004.



El calypso limonense no solo es música: es historia oral, identidad comunitaria y resistencia cultural. Cada acorde y cada verso narran la vida cotidiana, las luchas y las alegrías de un pueblo afrocaribeño que ha dejado una huella profunda en la cultura costarricense.
Sensorial Sunsets
Navigate articles