Salamandras de Costa Rica: Científicos de la Universidad de Costa Rica (UCR) identificaron una nueva especie de salamandra endémica del Parque Nacional Chirripó (PNCH), bautizada como Bolitoglossa chirripoensis.

El hallazgo inicial ocurrió en 2019, pero tras cinco años de análisis morfológicos y genéticos, los investigadores lograron confirmar oficialmente que se trata de una especie distinta. Este descubrimiento resalta una vez más la riqueza biológica y la singularidad del ecosistema de alta montaña costarricense.

Una salamandra única del páramo

Jeremy Klank, biólogo de la UCR y parte del equipo de investigación, explicó que la Bolitoglossa chirripoensis se distingue por su tamaño mediano y robusto, su coloración oscura con manchas doradas en el dorso y pequeñas manchas blancas a lo largo del cuerpo y la cola.

Aunque en los páramos de Talamanca habitan otras especies del mismo grupo, los análisis genéticos demostraron que esta es completamente diferente a sus parientes cercanas.

Klank trabajó junto con los investigadores Erick Arias, de la Escuela de Biología, y Gerardo Chaves, del Museo de Zoología de la UCR. Los tres coinciden en que esta salamandra debería ser clasificada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), debido a la fragilidad de su hábitat.

Un hogar en riesgo

El páramo del Chirripó, donde vive esta especie, es un ecosistema sumamente particular: frío, húmedo y sin árboles, con arbustos y hierbas adaptadas a las duras condiciones de las alturas. Sin embargo, esta belleza natural enfrenta serias amenazas.

Los páramos están expuestos a incendios forestales, y un solo evento en el Chirripó podría eliminar por completo a la población de Bolitoglossa chirripoensis. “Cualquier especie que viva en los picos de montaña está en peligro crítico de extinción”, advierte Arias.

Las salamandras, además, presentan limitaciones biológicas que agravan su vulnerabilidad: crecen lentamente (pueden tardar entre 10 y 20 años en alcanzar la adultez) y su reproducción es poco frecuente y en pequeñas cantidades.

Turismo y conservación

El equipo de la UCR ha dialogado con funcionarios del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) para promover prácticas turísticas responsables en el PNCH. La alta afluencia de visitantes puede afectar directamente a la especie, ya que muchas salamandras viven bajo piedras o en pequeños huecos del suelo.

El movimiento de rocas, la compactación del terreno y la creación de senderos pueden destruir sus refugios naturales. En lugares como el Cerro de la Muerte, algunos turistas incluso levantan piedras para fotografiar salamandras, una práctica que los expertos desaconsejan rotundamente.

Una década de descubrimientos

El hallazgo de la Bolitoglossa chirripoensis forma parte de un ambicioso proyecto de investigación iniciado en 2012 por la Escuela de Biología de la UCR y colaboradores independientes, con el fin de conocer mejor la diversidad de salamandras del país.

El equipo integrado por Brian Kubicki, Aura Reyes Suazo y Erick Arias ha descrito cinco nuevas especies en la última década. En 2022 publicaron los resultados en la revista científica Zootaxa, donde propusieron un nuevo subgénero y detallaron cuatro especies inéditas del género Nototriton.

Las salamandras costarricenses pertenecen a la familia Plethodontidae, dividida en tres géneros: Bolitoglossa, Oedipina y Nototriton. Las especies de este último son diminutas, apenas tres centímetros en su etapa adulta, y viven entre los 1 000 y 1 600 metros de altitud, distribuidas desde Guatemala hasta Costa Rica.

Salamandras de Costa Rica : diversidad

Pese a su pequeño tamaño geográfico, Costa Rica es el quinto país del mundo con mayor diversidad de salamandras, superando incluso a naciones mucho más extensas.

Si todavía estamos encontrando vertebrados nuevos, imagínese cuántas especies de insectos nos faltan por descubrir.

Entre las especies de Nototriton descritas recientemente se encuentran:

  1. Nototriton costarricense, hallada cerca de la frontera con Panamá.
  2. Nototriton vereh, descubierta en la zona indígena de Chirripó.
  3. Nototriton kenorum, de Turrialba.
  4. Nototriton lateomuscus, de San Ramón de Alajuela.
  5. Nototriton maximo, presente en Monteverde y el Rincón de la Vieja.

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