Cada 31 de octubre, se conmemora el Día de la Mascarada Tradicional Costarricense, una festividad que honra la herencia cultural del país y fortalece el espíritu comunitario. Este año, las celebraciones se llevarán a cabo el viernes, con desfiles y presentaciones artísticas que reúnen a familias de todo el país en torno a esta tradición.

La fecha se estableció oficialmente en 1996, cuando el Decreto Ejecutivo N.° 25724-C declaró el 31 de octubre como el Día Nacional de la Mascarada Tradicional Costarricense, con el propósito de rescatar y compartir las expresiones culturales que consolidan la identidad nacional.

Durante los desfiles, destacan las máscaras gigantes que representan personajes del folclore popular como La Giganta, El Diablo, La Segua y La Llorona, acompañadas por las inconfundibles cimarronas, bandas que interpretan ritmos festivos.

Cada 31 de octubre celebramos el Día de la Mascarada Tradicional Costarricense, una expresión que representa la riqueza de nuestra identidad cultural y la creatividad de nuestros artesanos. Las mascaradas son más que una tradición: son un símbolo nacional que une comunidades, fortalece nuestras raíces y nos permite transmitir el orgullo por nuestra historia de generación en generación

Jorge Rodríguez Vives, ministro de Cultura y Juventud

Desfile del Día de la Mascarada: celebraciones

Entre las actividades principales de este año se encuentra un evento especial organizado por el Ministerio de Cultura y Juventud en el Anfiteatro Fidel Gamboa, ubicado en el Centro Nacional de la Cultura (CENAC). La celebración inicia a las 6 p. m. con presentaciones artísticas y musicales del Conservatorio Castella, seguidas por un concierto de la Banda Nacional de San José a las 7 p. m., con un repertorio inspirado en bandas sonoras de películas de terror, en sintonía con el ambiente festivo de la fecha.

Las comunidades de todo el país también se suman con sus propias celebraciones. En Escazú, un pasacalle partirá a las 7 p. m. desde el Centro Cívico Municipal, acompañado de cimarronas y mascaradas. En Santo Domingo de Heredia, el desfile comenzará a las 6 p. m. en el parque central, invitando a las familias a participar.

Cartago, cuna de la tradición durante las antiguas fiestas taurinas coloniales, organiza coloridos desfiles con bandas y mascareros que exhiben personajes clásicos. Heredia y Alajuela también aportan su toque local, con agrupaciones como Liga Deportiva Alajuelense compartiendo videos alusivos a la mascarada y su alegría contagiosa.

Mascaradas costarricenses

La mascarada destaca como parte del patrimonio cultural inmaterial costarricense por tres razones fundamentales: el conocimiento de los materiales naturales empleados en la elaboración de las máscaras, como el barro y el papel, las técnicas artesanales transmitidas por generaciones, y la participación colectiva con música y danza.

Entre los guardianes de esta tradición se encuentran los mascareros, artesanos dedicados a mantener viva la práctica. Las máscaras tradicionales, es lo que debemos inculcar en las nuevas generaciones para que estas tradiciones no se pierdan.

Otros mascareros comparten ese mismo compromiso en comunidades como Barva de Heredia y San José, donde la tradición se mantiene viva gracias al trabajo de talleres, escuelas y festivales locales. Instituciones como la Biblioteca Nacional también promueven el aprendizaje con talleres de elaboración de máscaras para niños, transmitiendo las habilidades artesanales y el valor cultural detrás de cada creación.

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