El clima de Costa Rica se refiere al conjunto de elementos del tiempo atmosférico que definen los heterogéneos rasgos climáticos que presenta el territorio costarricense. En general, el país se encuentra en la región del neotrópico, por lo que posee características tropicales, con dos estaciones bien definidas todo el año: la seca (llamada también verano) y la lluviosa (igualmente llamada invierno), además a la mitad de esta última ocurre ocasionalmente un fenómeno llamado Veranillo de San Juan, cuando el clima nuevamente vuelve a ser de estación seca por un periodo corto.

Sin embargo, la topografía del país es extremadamente divergente, con presencia de montañas, valles y llanuras en un territorio bastante pequeño, lo que altera considerablemente todas las características bioclimáticas y florifaunísticas costarricenses, y además genera el particular fenómeno de los microclimas que son distintivos en el paisaje nacional.

De igual manera, debido a su ubicación tropical, la temperatura no sufre variaciones drásticas a lo largo del régimen estacional. Pero, a fin de año y por estar ubicada en el Hemisferio Norte, la nación se ve afectada por los cambios de estación, cuando las temperaturas suelen descender considerablemente por los vientos septentrionales en los lugares más altos del país. Asimismo, la duración del día se ve afectada durante los solsticios y equinoccios.

El régimen de precipitaciones se da de manera ocasional en ciertas regiones del país, mientras que se muestra constante en áreas húmedas como el Caribe. Por otro lado, cada cierto tiempo, presenta algunas disparidades, en su mayor parte como efectos de las alternancias globales denominadas El Niño y La Niña, así como de ondas tropicales y la temporada de huracanes, provocando en algunas regiones sequías (especialmente en la Pampa Guancasteca) y en otras aumentos pronunciados de las precipitaciones con posteriores inundaciones o aludes (casi siempre en las llanuras y litorales). Por otro lado, los vientos varían notablemente su intensidad a lo largo del territorio, al tiempo que permiten el establecimiento de plantas eólicas especialmente en las zonas de mayor elevación.

En Costa Rica, el clima es monitoreado, estudiado y registrado desde hace 130 años por el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), adscrito al Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y localizado en la ciudad de San José.

Estación seca

A la época seca se le denomina coloquialmente verano, debido a que es su equivalente estacional, en el que se da una reducción considerable de las precipitaciones pero sin aumento de la temperatura pues equivale a los meses más fríos: diciembre a marzo, excepto en el Caribe. Incluso, durante este periodo, las precipitaciones llegan a desaparecer en las regiones más secas, lo que genera a largo plazo problemas de sequía.

La estación seca tiene una duración regular menor a los 6 meses, y ocurre desde principios de diciembre hasta finales de abril. El periodo más caluroso se da en abril-mayo, que presenta menos de 5 días de lluvia, con una temperatura promedio de 23 grados. Por otro lado, durante el mes de septiembre y octubre se registran las mayores precipitaciones.

Caso aparte ocurre en los meses de diciembre y enero que de hecho son meses muy fríos, pero que pertenecen a la época seca porque tienen un régimen de precipitaciones considerablemente reducido, con una temperatura promedio de 20 grados y al menos 2 días de lluvia.

Estación lluviosa

De manera similar, a la época lluviosa se le llama invierno, y es una estación con leves descensos en la temperatura y grandes aumentos en el régimen de precipitación y la velocidad del viento, generalmente en todo el territorio. Durante esta época son ocasionales las inundaciones, ocurridas tras los desbordes de ríos y quebradas, que se salen de su cause por acción de las fuertes lluvias.

La estación lluviosa inicia desde principios de mayo y termina hasta finales de noviembre, por lo que es la estación más larga con una duración regular superior a los 6 meses. Durante este periodo la mayor caída de lluvia ocurre en septiembre con más de 355.1 mm de agua llovida mensual, mientras que entre julio y octubre se registran más de 20 días lluviosos por mes.

Para el mes de noviembre, pese a que no desaparecen del todo las fuertes precipitaciones, comienzan ya a sentirse las condiciones secas decembrinas, pues se da una reducción de los días de lluvia que se limitan a menos de 10 por mes, mientras que la temperatura y la cantidad de agua llovida se mantienen regulares.​

Finalmente, durante los últimos días del mes de junio en algunas regiones ocurre un particular fenómeno llamado el Veranillo de San Juan, en el que por un corto tiempo las condiciones climáticas vuelven a ser de verano, cesando las constantes precipitaciones y registrando leves aumentos en la temperatura.

Fuente: Wikipedia

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