La Reserva Biológica Isla del Caño es un lugar verdaderamente único en Costa Rica. Con una forma aproximadamente triangular de 3 km de largo por dos de ancho, consta de 320 hectáreas terrestres y 5.800 hectáreas marinas. Este tesoro natural alberga uno de los arrecifes coralinos más extensos y mejor conservados de la costa Pacífica de Costa Rica. 

Reserva Biológica Isla del Caño

En la zona terrestre de la reserva se encuentran restos de las esferas de piedra creadas por antiguas civilizaciones indígenas.

La Isla del Caño fue usada por varios grupos humanos. Se sugiere que, entre el 700 y 1500 a.C. fue empleada como cementerio por sociedades Chiriquis, o como residencia permanente por los Quepos o Bruncas

MINAE y SINAC 1999

La isla cuenta con una meseta de roca densamente forestada, con alrededor de 100 metros de altitud, atravesada por quebradas permanentes. Sus playas de arena y piedra carecen de manglares. La zona alta alberga un bosque tropical húmedo, y también hay áreas con bosques secundarios de distintas edades debido a la explotación bananera y algunas zonas cultivadas.

Riqueza natural

La Península de Osa, y en particular la Isla del Caño, es una zona importante para la crianza de ballenas jorobadas, por lo que la observación de estos majestuosos cetáceos es óptima en sus alrededores. Tanto la pendiente como la base del arrecife están dominadas principalmente por el coral lobulado, la especie más abundante en la Isla. Además, se han encontrado 11 especies de octocorales en la zona.

En cuanto a la fauna marina, la isla alberga una amplia variedad de especies. Mantas, jureles, atunes, dorados y peces de arrecife son algunas de las especies más comunes. También es posible avistar delfines manchados y es un buen punto para la observación de tiburones de punta blanca.



Oferta Turistíca

Además de su riqueza natural, la Isla del Caño y sus alrededores ofrecen diversos atractivos turísticos. Por ejemplo, la Osa Academia de las Artes y Galería es un espacio para la exhibición y venta de productos y obras de arte, así como para la realización de talleres de arte y artesanía.

 El sitio arqueológico Finca 6, parte del proyecto «Investigación y puesta en valor de sitios arqueológicos con esferas precolombinas, Delta del Diquís, Sureste de Costa Rica» a cargo del Museo Nacional de Costa Rica, permite explorar asentamientos precolombinos que cuentan con esferas de piedra. 

También se puede visitar el Trapiche Don Carmen, una empresa familiar que ofrece un tour cultural sobre el proceso artesanal de producción de dulce de caña de azúcar, utilizando bueyes, y la venta de productos como la tapa de dulce, el dulce líquido y el sobao.



Destinos naturales encantadores

La Playa Ventanas en Ojochal es una playa pequeña pero escénicamente hermosa, con cuevas que se aprecian durante la marea baja. Los ríos Sierpe y Grande de Térraba ofrecen oportunidades para explorar humedales, manglares y bosques, mientras que la Laguna de Sierpe es un destino natural impresionante y poco conocido. 

El Humedal Nacional Térraba-Sierpe es el humedal más grande de Costa Rica y alberga una rica biodiversidad. Por último, la Reserva Forestal Golfo Dulce, compartida con Golfito, es una área protegida que se destaca por su bosque húmedo tropical basal y sus bosques nubosos, así como por sus lagunas Chocuaco y Sierpe.

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