Los nombres propios en Costa Rica reflejan las diferentes olas de influencia cultural a través de los tiempos. Al ser Costa Rica un país de culturas mezcladas y de olas de inmigración, los nombres propios de sus habitantes reflejan esta diversidad.

Contexto 

La historia de los nombres propios de personas en Costa Rica es larga y variada. Los pueblos indígenas de la región, como las tribus Bribri, Cabécar y Boruca, tenían sus propias costumbres de denominación. Por ejemplo, la gente de Bribri les daría a sus hijos nombres que describirían su personalidad. La tribu Cabécar a menudo nombraba a los niños con el nombre de un pariente fallecido u otra persona respetada.

Al igual que con muchas otras culturas en América Latina, la cultura española tuvo una influencia en las costumbres de nombres costarricenses. Cuando los españoles llegaron a Costa Rica en 1522 trajeron consigo su idioma y un nuevo sistema para nombrar a los niños. Por ejemplo, reemplazaron muchas palabras indígenas con palabras en español que les resultaban más fáciles de pronunciar, como «Juan» en lugar de «Yuan». 

Luego, en la época contemporánea, con la influencia nortamericana en Costa Rica, los costarrcenses empezaron a darles nombres anglosajones o de consonancia anglosajona a sus hijos.

Los nombres propios tradicionales más comunes

Según varias recopilaciones de estudios, los nombres más comunes son Valentina, Jimena, Santiago y Sebastián. Por otra parte, esta es una pequeña lista de los nombres que no han perdido popularidad en los ultimos años:

Nombres femeninos tradicionales

  1. María
  2. Valentina
  3. Sofía
  4. Jimena
  5. Camila
  6. Valeria
  7. Mariapaz
  8. Valeria
  9. Mariana
  10. María Fernanda
  11. María José
  12. María Paula

Nombre masculinos tradicionales

  1. José
  2. Santiago
  3. Sebastián
  4. Gabriel
  5. Daniel
  6. Felipe
  7. José Daniel
  8. Alejandro
  9. José Pablo
  10. José David
  11. Juan Carlos
  12. Mauricio

Nombres inventados e influenciados por la cultura anglosajona


En Costa Rica, contrariamente a otros países, no hay regulación sobre los nombres que los padres les ponen a sus hijos. En consecuencia, los costarricenses pueden inventar nombres de fantasía lo que resulta en nombres muy originales, con ortografías complicadas y bastante alejadas del castellano tradicional. También, los ticos se inspiran en el cine, los actores, las nuevas tendencias y la sociedad en general. Por ejemplo, es común nombrar a los niños con el nombre de su actor o deportista favorito.

Pasión por la “y”, la “k” y la “z” y la fantasía

Después de la influencia española, llegó la influencia norteamericana, que se cristalizó en la utilización generalizada de la letra “y”. Así “Valeria” se transformó en “Valery”, “Natalia” en “Nataly” y “Emilia” en “Emily”, “Antonio” en “Anthony”.

Existen muchísimos nombres propios con las letras menos utilizadas en el idioma castellano (“y”, “k” y “z” por ejemplo): «Andrey», «Keylor», «Keyler», «Heilyn», «Yeslin», «Yulitza», «Yajaira», «Yaritza», «Yuli», «Heylin».

También existe una amplia preferencias por las terminaciones en “in” y  “er”: «Eliécer», «Maiker», «Geiner» o «Heiner», «Reiner», «Olger», «Greivin».

Además, el deseo de darle un nombre original a los hijos ha hecho que los costarricenses hayan distorsionado nombre propios extranjeros. He aquí algunos ejemplos:
«Yeankarlo» (del italiano «Giancarlo»), «Franchesko» (del italiano «Francesco»), Yoselin (de “Josseline” en francés)

Otros usan apellidos de figuras históricas mundiales como nombres propios, por ejemplo “Edison” (de Tomás Edison) o “Bismark” (de Otto Von Bismarck) o el nombre de algún dictador como «Lenin» o «Stalin».

En otros casos, es notable la deformación de nombres de marcas comerciales como en «Maybellin» (de la marca de cosméticos) o «Excel».

También, el éxito de series y películas norteamericanas han hecho que muchos ticos les den a sus hijos nombres en inglés: Kevin, Tiffany, Allison, Kendall, Brandon, Kimberly. Hillary, Dylana, Walter, William, etc.  A veces ortografiándolos de manera original: «Dilan» («Dylan», en inglés), «Ashly» («Ashley» en inglés), «Eimy» («Amy» en inglés)

En otros casos, los padres usan palabras comunes en inglés como nombres propios. Por ejemplo, «Minor» o «Mynor» (del inglés “minor” = «menor») o Junior (de “junior” en inglés = «joven» o «juvenil»)

Y finalmente, algunos padres inventan completamente un nombre de fantasía como «Suheilyn», «Delany», «Shantany», «Jazlyn», «Keylin», «Deilyn», combinándolos a veces con nombres más tradicionales como «Sharliny Vanessa».

En síntesis

  • La cultura española tuvo una influencia en las costumbres de nombres costarricenses.
  • La cultura norteamericana ha penetrado ampliamente en los nombres propios de los costarricenses.

Autoras: Zelda Walters y M. Barrantes para Sensorial Sunsets