La romería en Costa Rica

imagen tomada de ameliarueda.com

Publicado el 2 agosto 2022

La romería en Costa Rica: esta peregrinación es una de las tradiciones religiosas más importantes de la cultura costarricense.

¿Qué es La Romería?

En primer lugar, la palabra romería viene de “romero”, nombre que designa a los peregrinos que se dirigen a Roma, y por extensión, a cualquier santuario. En esto se basa esta tradición. La Romería, es una peregrinación hacia la Basilíca de los Ángeles ubicada en la Provincia de Cartago, con el fin de rendirle honor a la Virgen de Los Ángeles (“la Negrita”). Nombrada así por el Papa Juan Pablo II.

Esta peregrinación se realiza cada 2 de agosto aunque muchos romeros empiezan su peregrinaje el 1 de agosto para poder llegar a tiempo para la misa tradicional del día 2. Muchos devotos realizan el recorrido desde lugares muy distantes por lo que su caminata comienza varios días antes. Es decir, la distancia no es un impedimento.

El día 2 de agosto todo cambia. Ese día se acostumbra celebrar en la Basílica la misa solemne con la presencia del Arzobispo de la Diócesis, decenas de sacerdotes, autoridades gubernamentales como el presidente de la República y muchos de sus ministros, así como gran cantidad de fieles.

El ritual

Particularmente quienes caminan lo hacen por agradecer «un milagro» o para pedir favores a la Virgen. Es una búsqueda de conectarse con lo sobrenatural por medio de un ritual, la peregrinación. De hecho, muchas personas afirman que luego de realizar esta especie de «ofrenda» la Virgen les ha concedido el milagro solicitado, la mayoría relacionados con la salud.

Por otra parte, una acción común, dentro de este ritual, es ir de rodillas desde la entrada del templo hasta el altar como señal de agradecimiento a la Reina de los Ángeles por un favor obtenido. Después, se suele visitar el santuario de la virgen donde se encuentra la famosa piedra del hallazgo y recoger agua de la fuente la cuál se conoce como «agua bendita» a quienes los fieles le otorgan propiedades especiales como efectos en la salud de las personas o herramienta de «pureza espiritual».

Historia del hallazgo de “La Negrita”

La presente descripción del hallazgo de la Virgen de los Ángeles se detalla en el boletín filatélico número 362.

“En el Cartago de 1635, los mulatos vivían en la Puebla de los Pardos, barrio ubicado al este de la ciudad, poco después de la Cruz de Caravaca, señal inequívoca para que los mulatos no pasaran el límite. A corta distancia de allí, entre blancos e indios, vivía una humilde mujer, que cada mañana acostumbraba ir al bosque – a conseguir un poco de leña – como todos los pobres – a conseguir un poco de leña. En ese sitio, un dos de agosto, ocurrió un hecho que no sólo cambiará la vida de la pobre mulata Juana Pereira, sino también la vida religiosa de sus habitantes ¡el hallazgo de la imagen de la Virgen de los Ángeles!

Esa mañana del dos de agosto, la mujer se encaminó al lugar donde recogía la leña, pero esta vez le ocurrió algo diferente: encontró sobre una piedra una imagen de una mujer con un niño en brazos. Era como de 20 cm de altura y tallada en piedra oscura. Juana Pereira, la recogió se la llevó a su casa y la guardó en una caja. Al medio día regresó la mujer al breñal y ¡encontró de nuevo la imagen sobre la piedra! Llena de admiración, la tomó creyendo que era otra similar a la anterior y la llevó a su casa. Al abrir la caja se llevó la sorpresa que la primera ya no estaba.

la-negrita-costa-rica-sensorial-sunsets — La «Negrita» – foto tomada de cambiopolitico.com

Su asombró creció cuando, por tercera vez, al volver al breñal, encontró la imagen sobre la misma piedra. Nuevamente la tomó y la llevó a su casa, donde pudo constatar que nuevamente la imagen de piedra no se encontraba. Juana se alarmó a tal extremo, que corrió donde el sacerdote a quién le contó lo sucedido al entregarle al imagen. El sacerdote la guardó en una caja con la promesa de examinarla detenidamente cuando tuviera tiempo. Al día siguiente, cuando Juana regresó al breñal a recoger leña, la vio nuevamente sobre la piedra en la que la había hallado ya tres veces De nuevo corrió donde el cura, quien presuroso y acompañado de otras personas, se dirigieron al breñal. Desde allí, condujeron la imagen en posesión hasta la iglesia parroquial, depositándola en el Sagrario. Al día siguiente cuando quisieron examinarla, la imagen de nuevo había desaparecido.

De vuelta al breñal, encontraron, por quinta vez, la imagen de la Virgen con el Niño en brazos. Comprendieron, entonces, que la Madre de Jesucristo quería tener su casa en ese lugar y se dieron a la tarea de construirle una ermita allí mismo, mientras lograban construirle un templo digno.

Se la bautizó con el nombre de la Virgen de los Ángeles, porque el dos de agosto los franciscanos celebran la fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles o la Porciúncula. En abril de 1782 se proclama a la Virgen de los Ángeles como Patrona de Cartago y en agosto de ese mismo año, se lleva a cabo la Primera Pasada de la Virgen a la Parroquia Central de Cartago”

(Correos de Costa Rica. Boletín Filatélico 362.)

Así es como se da inicio a esta tradición, donde una parte de los costarricenses venera la imagen, a quién le aducen milagros y por tanto le hacen promesas a cambio de favores recibidos para, finalmente, como símbolo de agradecimiento recorrer una larga distancia para ir en busca de este importante referente de su fe.

Datos interesantes sobre la religión en Costa Rica

De acuerdo con los resultados de tres consultas realizadas en los meses de agosto de los años 2010, 2011 y 2012 por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica, aproximadamente un 16% de la población asiste a la Romería. Es decir, un promedio de 770 mil personas cada año.

Por otra parte, una encuesta CIEP-UCR de mayo de 2021 publicada por el periódico «Semanario Universidad» establece que el número de católicos costarricenses es 47.5% (un bajo del 50% mostrado por la encuesta de noviembre de 2019). Los evangélicos o neopentecostales representan el 19% (un bajo respecto al 21% del 2019), las personas sin religión (ateos, agnósticos y deístas) son 27% (el número se mantiene estable), protestantes tradicionales (probablemente una referencia a los llamados «protestantes históricos») 1.2%, seguidos de testigos de Jehová en 1.4%, mormones 0.3% y musulmanes en 0.1%.

Autoras

Zelda Walters y M. Barrantes para Sensorial Sunsets