Vive en Costa Rica el pensamiento de que no se produce arte en el país. Lo cierto es que la población tica desconoce a sus artistas y sus talentos. En este apartado, conversamos con el grabadista costarricense Hernán Arévalo sobre la cromoxilografía y la visión artística en Costa Rica. 

Usted es artista, ¿cuál es su área de especialidad?

Me dedico a lo que llaman ediciones, arte de multiplicar las imágenes. Es grabado en madera y de lo que trata es que un sólo diseño se multiplique y le llegue a más personas. Supuestamente, el precio es más bajo que una pintura original, entonces eso hace que mucha gente tenga acceso a las copias del grabado.

¿Qué lo hizo inclinarse a esta rama del arte?

Yo estudiaba pintura en Bellas Artes y conocí al profesor Rolando Garita y me gustó su trabajo, es decir su visión artística. Además, me invitó al taller de la UCR y vi cómo se trabajaba ahí, que había más efervescencia, más convivio con otros artistas, se discutía más sobre arte y realmente me encantó la técnica que me enseñó este amigo profesor y el ambiente que se daba ahí […]. Era más agradable que estar en una clase de pintura, donde el profesor solo iba uno o dos días a la semana, los demás días no había nadie; era pintar en soledad.

¿Desde hace cuánto tiempo que se dedica al arte?

Me parece que ya en dos años, voy a cumplir 30 años de dedicarme al grabado. Realmente sí he tenido una acogida de mis diseños, de mi trabajo, la gente los ha aceptado bastante. Lo que más me gusta es que hay como un aprendizaje: la gente realmente va entendiendo cada vez más lo que es un grabado, un grabado en madera y que hay ediciones y que son ediciones multiples. Me gusta mucho eso, que la gente también va aprendiendo de la historia del grabado, la cromoxilografía y la visión artística en Costa Rica. 

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Cromoxilografía

¿Cómo se dio cuenta que quería ser artista?

Yo a los doce años tenía sospechas porque me inclinaba mucho por el arte, por ver imágenes, muchas imágenes. Me acuerdo que en las revistas de antes, Vanidades venía una sección de arte y yo recortaba eso, de las revistas de mi mamá, e hice como un álbum, para mí era como un museo. Eso me hizo sentir que yo iba a estudiar algo relacionado al arte. En un principio pensé que iba a ser arquitectura pero no, me llamaba mucho la atención las imágenes. Cuando era niño, acompañaba a mis abuelas a las misas de la mañana, entonces, aburrídimas para un niño, yo me quedaba viendo los viacrucis, las imágenes. De hecho, eso sale mucho en mi obra, hay mucha influencia del cristianismo católico. 

¿Nos puede contar un poco sobre la técnica de la cromoxilografía? ¿Cuáles son los pasos y sus cuidados?

Primero, se toma un diseño y al menos en mi forma de trabajarlo, le saco copia a un diseño mío porque lo que quiero es que quede lo más espontáneo y similar a cómo lo dibujé. Respeto mucho la línea negra y el trazo. Cuando tengo esa copia, tengo una tabla, lo que hago es recortarla a la medida de la tabla y pasarla por un trapito con thinner, entonces se hace como una transferencia de la imagen y queda en la madera. Cuando eso ya está, empiezo a trabajar con las gubías y con marcadores, haciendo lineas más gruesas o espacios negros que quiero dejar, los señalo con los marcadores. Dejo texturas a las imágenes, o si van zonas más blancas, más negras, más oscuras. Ya cuando está la primera tabla, la negra, se imprime y es lo que llaman xilografía.

Cromoxilografía se le llama por el color: cromo y xilografía. Entonces, ya para la segunda parte, que sería hacer las cromoxilografías, se ocupa esa negra primera que sacamos, se vuelve a recortar del tamaño de la tabla y se empiezan a dibujar los espacios que uno quiere dejar de color, en base al diseño del grabado.

¿Cuáles talleres tiene? ¿Se pueden visitar?

Yo sé que está el taller de la UCR, de Bellas Artes. Está el taller de la UNA. Por ahí, hay uno del grabador Jorge Crespo. Aquí está este taller donde yo a veces doy ocasionalmente clases, el taller Pochote. A veces tengo tres, cuatro alumnos pero, lo hago sobre todo en tiempos de vacaciones cuando la gente no está trabajando. 

¿Qué opina de la escena artística en Costa Rica?

Creo que desde mediados de los ochenta al dos mil ocho, fue excelente. Había muchas galerías, había gente que se dedicaba a vender arte, había mucho movimiento, muchas exposiciones. Había galerías del Estado que ayudaban mucho a la promoción de artistas jóvenes, entonces eran años muy prolíficos y de mucho movimiento. En realidad, había mucha efervescencia, mucha gente visitaba las exposiciones. De repente, la política fue cambiando, sobre todo después de la crisis del dos mil ocho y fue muy duro para los artistas y para los galeristas, se cerraron muchas galerías.

La gente empezó a comprar menos arte, también empezó a haber menos difusión del arte en los periódicos. Se empezaron a cerrar algunas secciones de la prensa que hablaban de arte, ya no se escribía crítica artística. Entonces, todo eso fue influyendo para que hubiera un bajonazo, no en la producción sino en la difusión del arte. Y sí hubo un bajonazo en las ventas en general para todos los artistas.

Y ahora ha ido creciendo, hay mucho artista joven y con la promoción que hay en las redes sociales, hay más galerías alternas, privadas. Ahí poco a poco se han ido abriendo espacios. Ahora hay mucho arte digital, mucho arte conceptual, nuevos pintores. Realmente creo que va en alzada, a como va un poco la economía, un poco a tumbos.

Arte por Hernán Arévalo

¿Cómo ha sido el apoyo hacia su trabajo por parte de los costarricenses?

Creo que ha sido muy bueno. Creo que al vivir en un país tropical, a la gente le gustan los colores, a pesar de que hay mucho color aquí, buscan eso reflejado en el arte. Por eso mismo, ha tenido mucha aceptación mi trabajo y porque no es un arte muy complicado. Es un arte en el que yo mezclé lo medieval con el arte precolombino, como diseñaban los ancestros, un poco de constructivismo, de arte moderno. La gente podría decir que es poco picassiano, un poco Wilfredo Lam, pero esas son mis influencias; y es un arte contemporáneo pero en el que todavía se siente un poco el modernismo. Es la búsqueda de las culturas primitivas para presentar una realidad. 

Una visión conceptual de la puesta en escena. Esto, para mostrar la parte artística de la cultura del país, es decir, la cromoxilografía y la visión artística costarricense.

Autora. Mónica Gallardo en colaboración con Hernán Arévalo para Sensorial Sunsets.