Por Jorge Emilio Castro Fonseca.

Un sector golpeado

La pandemia del Covid 19 ha demostrado que los desafíos generados necesitan de soluciones excepcionales e innovadoras que permitan estabilizar y potenciar sectores productivos que han sufrido a lo largo de estos meses. Uno de estos sectores, son las industrias creativas y culturales, quienes han desempeñado un papel fundamental en esta crisis, transmitiendo mensajes positivos, prestando sus servicios profesionales para realizar campañas promocionando la prevención y el bienestar de la salud mental, promoviendo el entretenimiento.

Lo que ya venía arrastrándose desde hace muchos años, se evidenció en esta pandemia, pues en cuestión de semanas, emprendedores, trabajadores de la cultura y el arte, instituciones culturales y presupuestos destinados al arte se vieron reducidos, provocando la escasez de dinero en las familias que dependen de estos ingresos, y el aumento de la incertidumbre en la que desde hace mucho tiempo los trabajadores de este sector han vivido. Aquí, se vuelve relevante el estudio y el reconocimiento de las fallas de mercado de estas industrias, sumada a la poca voluntad política, con el fin de exigir respuestas concretas.

Foto: Teatro Melico Salazar

Desafíos de la Cultura y el Arte.

Apoyar la sobrevivencia y la reactivación del sector de las industrias creativas debe de ser una prioridad en las agendas políticas, quienes deberán de enfrentar desafíos y retos importantes, con el fin de que los sectores productivos de las industrias creativas y culturales puedan sobrevivir y sobretodo asentarse, siendo significativos en los índices de productividad nacional. Estos desafíos se clasifican en cuatro: financiamiento, innovación, colaboración entre los sectores públicos y privados y digitalización.

 Con respecto al financiamiento, los sectores productivos de las industrias creativas, encuentran grandes barreras de acceso debido a características mismas del sector, como por ejemplo, la incertidumbre y el riesgo de invertir en proyectos cuyo activo es intangible (como la creatividad y el conocimiento, la falta histórica), pues muchos de estos emprendimientos tienen su primera incursión en el mundo productivo. Existen además las asimetrías de la información, que dependen del riesgo individual del proyecto y de la idea de que existe una motivación intrínseca relacionada más con un objetivo cultural, creativo o artístico, que con un objetivo de rentabilidad financiera, y los costos hundidos y de transacción que generan estos proyectos. Es por eso, que se deben de buscar soluciones como los subsidios; los créditos blandos con tasas de interés diferenciados para proyectos culturales; la creación de fondos públicos y privados para la investigación y desarrollo de las industrias creativas; además de subsidios para crear modelos de plataformas gps open access; la compra estatal a plataformas para acceso público a contenidos de streaming; fondos para la creación de plataformas de crowdfunding, crowdsourcing y el match- crowdfunding; créditos a tasas subsidiadas; y la eliminación de impuestos a empresas que colaboren con la cultura.

“Lo que ya venía arrastrándose desde hace muchos años, se evidenció en esta pandemia, pues en cuestión de semanas emprendedores, trabajadores de la cultura y el arte, instituciones culturales y presupuestos destinados al arte se vieron reducidos (…)”

Por su parte, la innovación debe de ser apoyada, a través de los nuevos modelos de negocio por medio de fondos de inversión regionales y de innovación digital con un mayor protagonismo del sector privado, y a través de políticas de fomento, asociadas a las especificaciones de los bienes y servicios y la apertura de nuevos mercados.

Foto: Teatro Melico Salazar

Referente a la colaboración de los sectores públicos y privados, se debe incluir la cultura en las encuestas hechas por el INEC (Instituto Nacional de Estadística y Censo), para la recolección de datos pertinentes de las necesidades del sector y los diferentes públicos meta, con el fin de generar clusters, que nos permitan desarrollar estudios en creación de públicos y necesidades de las industrias creativas. Además, se debe de fomentar en este espacio el compromiso de patrocinadores, a través de los sistemas de mecenazgo como el crowdfunding y el crowdsourcing, a través de plataformas como Patreon y Kickstarter, y de iniciativas como el matchfunding; establecer políticas para facilitar el comercio internacional de servicios y el de bienes culturales, apoyando plataformas como las de e-commerce (smart contracts, micropayments, blockchain, data mining, IP trackin)

“Con respecto al financiamiento, los sectores productivos de las industrias creativas, encuentran grandes barreras de acceso, debido a características mismas del sector (…)”

En el apartado de la digitalización se debe de mejorar la infraestructura digital, por ejemplo: invertir en una cloud computing y banda ancha como bienes públicos como parte de las estrategias para disminuir la desigualdad en el acceso de internet, legislar la net- neutrality con criterios de bien público e invertir en la interoperabilidad de los proyectos públicos, fomentar el desarrollo de nuevos productos digitales de integración real/virtual como los modelos de transmedia o multiplataforma, y un technological loop en todas las industrias creativas. Por último, es de vital importancia la capacitación y enseñanza de nuevos habilidades y procesos digitales, mediante los bootcamps.

Muchos retos y desafíos están por comenzar en esta carrera contra el tiempo. También las industrias artísticas y culturales están en cuidados intensivos. Las decisiones que tomemos en este momento definirán la ruta a seguir en los próximos años. Es vital la interacción entre los actores de un ecosistema creativo (Sector Público, privado, gobiernos locales, regionales y nacionales, academia y consumidores) y su compromiso en la búsqueda de nuevas iniciativas para reactivar a un sector golpeado por la pandemia.

Para recordar:

La reactivación de la economía creativa requiere financiamiento, innovación, pero sobretodo la construcción de un ecosistema creativo que combine actores importantes como el sector público, privado, gobiernos locales, academia y los consumidores, con el objetivo de crear proyectos que permitan el desarrollo de plataformas que vuelvan a las industrias más competitivas. 

Autor:  MBA. Jorge Emilio Castro Fonseca

Gestor y Director de Empresas-Consultor- Investigador.

Contacto: jorgecasfo@gmail.com