En Bajo de Toro Amarillo, en Costa Rica, hay dos lugares únicos que merecen ser descubiertos: las Pozas Celestes y la Catarata Río Agrio. Estos rincones naturales ofrecen impresionantes vistas, senderos rodeados de abundante vegetación y el relajante sonido de sus aguas.

Pozas Celestes

Las Pozas Celestes existen debido a un fenómeno natural que involucra la acumulación de minerales en el agua. Estos minerales, como el sulfato de cobre y el carbonato de calcio, son transportados por corrientes subterráneas y se depositan en las pozas a lo largo del tiempo.

Cuando la luz del sol se refleja en el agua que contiene estos minerales, ocurre un efecto óptico que crea la tonalidad azul distintiva. Es similar al efecto de la dispersión de la luz en la atmósfera, que hace que el cielo se vea azul.

Además, el ambiente tranquilo y la pureza del agua te permitirán desconectarte del estrés cotidiano y conectar con la naturaleza en su estado más puro. A pesar de que son cada vez más conocidos, las Pozas Celestes todavía no atraen multitudes de turistas, lo que significa que usted puede disfrutar de un ambiente sereno.



La Catarata Río Agrio 

El río Agrio, que atraviesa la zona de Bajos de Toro Amarillo en Costa Rica, se origina en las montañas y las laderas de la región. 

El cauce de este río se caracteriza por su flujo constante y la ruta que hace a través del bosque lluvioso. Mientras el río fluye y desciende por el terreno, se encuentra con una pronunciada caída que resulta en la impresionante cascada del río Agrio.

Con un descenso de varios metros, esta majestuosa cascada crea un espectáculo de agua en movimiento que es sencillamente fascinante. El entorno natural que lo rodea, con su exuberante vegetación y la niebla que se forma con la caída del agua, crea un entorno mágico y repleto de vida.

Es importante señalar que debido a su ubicación remota y la importancia de preservar su entorno natural, es recomendable tener un guía local para visitar estas maravillas.

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