Proponemos una segunda parte sobre el español de Costa Rica. Conozca otros elementos que hacen el idioma del país tan característico. 


Léxico

Para la lingüística, el componente léxico de una lengua –es decir, el vocabulario– está moldeado, adaptado y reacomodado a las nuevas realidades y necesidades del grupo social y cultural. 

En el caso de Costa Rica, según el lingüista, Víctor Sánchez Corrales, su español tiene un patrimonio léxico común con otras variedades del español americano. Sin embargo, posee un número significativo de palabras que lo van a distinguir de otros tipos de español hispanoamericano y peninsular.

El léxico de Costa Rica refleja la experiencia existencial que tienen los costarricenses acerca de la vida, de la naturaleza, de sus percepciones, de los objetos y animales que los rodean, de sus emociones, de sus conocimientos y creencias, de las comidas, de las siembras, del trabajo, de sus juegos, etc. 

De esta manera, en Costa Rica tenemos maneras muy propias para referirnos a las partes del cuerpo, a la vestimenta, a los animales, etc. Por ejemplo, de manera popular, a la camisa se le llama «chema»; al domicilio se le llama «chante»; a la cabeza se le llama «jupa». De estos casos hay varios que podrían retomarse en un artículo aparte.

Si usted tiene curiosidad acerca del léxico de Costa Rica, puede visitar el Diccionario de barbarismos y provincialismos de Costa Rica de Carlos Gagini, el Diccionario de costarriqueñismos de Carlos Gagini y el Nuevo diccionario de costarriqueñismos de Miguel Quesada Pacheco. Con estas herramientas, usted podrá examinar con detalle el lenguaje típico del país. Al ser los dos primeros más antiguos que el último, también resultará interesante analizar la evolución de las expresiones y léxico costarricense.

Los diminutivos

En Costa Rica, los diminutivos que se emplean son los terminados en -ito. Los terminados en -illo se usan para cosas determinadas como plantas y animales: escobilla (Sida rhombifolia), achotillo (color rojizo), aguacatillo (Phoebe Tonduzu), caballitos (tiovivo), candelilla (luciérnaga), etc.

Sin embargo, los diminutivos como tal no son una característica del país. En realidad, estos existen en sustantivos y adjetivos de las lenguas indoeuropeas desde la época prehistórica; pero su desarrollo varía en las distintas ramas de esos idiomas.

Aun así, la abundancia de diminutivos en el español de Costa Rica es tan notoria que por esa razón los costarricenses se distinguen por el nombre de ticos. Para Hernán Zamora, en el país, se usa el -ito con valor estrictamente diminutivo, mientras que el -illo se usa con un sentido despectivo: chiquito (calificativo de cariñoso) y chiquillo (término de desprecio). Hay que recalcar que el estudio de Zamora es del año 1945 y que estas descripciones pudieron haber variado a lo largo de los años y que apliquen en el vocabulario de personas de generaciones pasadas.

¿Qué es lo que realmente nos caracteriza?

  • La transformación del sufijo -ito al -ico cuando en el radical aparece una t. Ejemplo: gat-ico
  • La duplicación del sufijo diminutivo que ha valido el apodo de ticos. Ejemplo: herman-it-ico
  • La pérdida de algunos sonidos eufónicos que aparecen en las variaciones de -ito: -cito, -ecito, -ececito.

Puede que los diminutivos sean parte del habla de la mayoría de los países de Hispanoamérica, sin embargo, en Costa Rica es muy notorio su uso.

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