La definición común que se utiliza para el Festival de la Luz es que se trata de un espectáculo popular, que toma lugar en la ciudad de San José, Costa Rica. De hecho, su presencia es esperada ya que marca oficialmente el inicio de la Navidad para los josefinos. Incluye desfiles con carrozas, mascaradas, música en vivo y fuegos artificiales.

El Festival de la Luz: ¿una simple fiesta popular?

En primer lugar, dentro de la fiesta popular, las clases marginadas toman participación en la vida del pueblo. El Festival de la Luz no se originó en el seno de una tradición popular, sino que es un proyecto ideológico, por lo tanto, busca legitimar las acciones de los grupos de poder. Éste inició en 1996, cuando la Municipalidad de San José organizó el primer desfile de carrozas y de las mejores bandas del país, que durante su recorrido pasaron por el Paseo Colón y la Avenida Segunda.

La diferencia entre las características del festival popular y el Festival de la Luz, permite abordar los mecanismos de legitimación. En particular, la palabra de poder y las características de la fiesta oficial. Los que pueden expresarse dentro de la fiesta de la luz son una minoría, en comparación con el festival popular, que da voz a los que generalmente no lo tienen. Aquí, las carrozas no representan la esencia del costarricense promedio, por el contrario, se centran en la ideología de las distintas instituciones.

En efecto, las fiestas populares tradicionales son un ejemplo característico de la cultura y, en consecuencia, de la identidad cultural. Constituyen un evento de mirada obligatoria al tiempo, una visión integral como catalizador de las expresiones de identidad. Por lo tanto, el festival es una simple fiesta popular, reflejo de una época pasada y su cultura popular tradicional.

 El ciclo de renovación, de nacimiento y difusión

Uno de los rasgos fundamentales del mundo a nuestro alrededor es que todo se mueve continuamente. Por lo tanto, un Festival permite entrar en la vida de una comunidad de individuos; conocer sus costumbres, experiencias, emociones y su cultura; criticar problemas sociales como la desigualdad, el crimen y el desempleo. Así, el objetivo es orientar a los habitantes hacia la transformación social mediante la reflexión. Todo esto, alrededor de temas de gran importancia, como la conducta responsable, el cuidado de nuestras raíces culturales, el entorno, la sexualidad y la educación formal.

En general, dentro del Festival de la Luz se escuchan dos voces poderosas: el Estado y los intereses comerciales. Son voces que hablan desde el poder. Los eventos y festivales contribuyen a que los municipios entren en circuitos especializados, en el que compiten entre sí tanto para conquistar audiencias como para obtener financiamiento.

Finalmente, el festival de luz permanece como una referencia histórica y como un modelo para aprovechar este tipo de programación cultural. Un acontecimiento que destaca por la espectacularidad de sus intervenciones artísticas. En otras palabras, mantiene su compromiso con la innovación y su capacidad de aprovechar una oportunidad importante en cuanto a gestión cultural: transformar una tradición profundamente arraigada en un producto cultural colectivo.

Zelda Walters para Sensorial Sunsets